“Nuestros hijos necesitan padres que asuman la responsabilidad de su educación, que sean lideres mansos, que sean fuertes en la palabra y fuertes en la fe, un padre que no vive sabiamente jamas podrá guiar a su hijo a la sabiduría, pues nuestros hijos aprenden, no solo de lo que decimos, sino mas bien de lo que hacemos y por encima de todo, aprenden de lo que somos. La otra cara de la moneda es la responsabilidad, dada por Dios, para ser docente. Una tarea que puede tener consecuencias eternas. Sea que nuestros estudiantes tengan padres que hayan asumido su responsabilidad o no, nuestra tarea es jamás descuidar el hecho de que es Dios quien debe ser exaltado y quien se debe hacer visible en cada enseñanza. Tenemos la increíble oportunidad de trabajar con un sistema que tiene a Dios como fundamento, como hilo conductor y como objetivo, y que se ha diseñado para llevar de la mano al estudiante por el camino del aprendizaje, y haciéndolo conocer y entender cada tema, para finalmente mostrarle allí, donde está Dios, y que pueda aplicarlo a su vida y adquirir sabiduría. Serian muchas las hojas que podría escribir sobre la riqueza encontrada en este material y en cada taller, pero sobre todas las cosas agradezco a Dios por poner a mi familia en este camino y a cada uno de los que ha dispuesto su tiempo y corazón para enseñarme.”
Juan Carlos Q.
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